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PODA DEL ALBARICOQUE: MUCHAS CULTIVARES, DIFERENTES INTERVENCIONES

La olivicultura está experimentando una profunda transformación, que tiene como protagonistas la electrificación de herramientas y maquinaria, combinada con el uso cada vez mayor de fuentes renovables y la evolución de la tecnología hacia lo digital.

El departamento de I+D de Campagnola se ha comprometido durante años con el desarrollo de herramientas eléctricas de cosecha, con el objetivo de interceptar y anticiparse a las tendencias de la industria en términos de sostenibilidad y las regulaciones italianas y europeas cada vez más estrictas en términos de impacto ambiental.

Nuestras inversiones tienen como objetivo conciliar la necesidad de responsabilidad hacia los problemas ambientales y las necesidades de los oleicultores que desean recibir de las herramientas de la marca Campagnola un apoyo concreto para su productividad.

Entre las novedades más recientes de la PROFESSIONAL Line de Campagnola, se encuentra MASTER, el nuevo cosechador de aceitunas capaz de sorprender por sus prestaciones.

 

PODA DEL ALBARICOQUE: MUCHAS CULTIVARES, DIFERENTES INTERVENCIONES

Al final de la cosecha estival es el momento de podar el albaricoque.

Este árbol es originario de Asia Central y China. En Europa se ha extendido desde la época de los Romanos, especialmente en las zonas mediterráneas, pero también se cultiva en África y América. El albaricoque prefiere los inviernos duros, pero teme las heladas primaverales ya que florece -con flores blancas o rosadas claras- muy temprano. Entre los frutales, sólo el almendro le precede.

Su reproducción se realiza por injerto, principalmente sobre ciruelo, mirobálano, melocotón o sin semilla. Además de los cultivares de maduración temprana hay muchos tardíos, y los frutos son de colores que van del amarillo al naranja y a tonos de rojo.

Por lo tanto, los agricultores a menudo tienen que saber cómo manejar simultáneamente plantas con diferentes características en términos de crecimiento, vegetación, fructificación y esto debe tenerse en cuenta para no correr el riesgo de limitar, sin saberlo, la producción de algunos cultivares.

 

PODA DE ALBARICOQUE: LA MEJOR ÉPOCA

El albaricoque tiene algunas peculiaridades, comunes a todas las variedades. Es fácil que la dominancia apical se pierda rápidamente durante el crecimiento primaveral que es intermitente (dos-tres o incluso cuatro ciclos vegetativos) y en el que tiene lugar la formación de las distintas ramas productivas y vegetativas.

Por tanto, debido a este crecimiento alternado, el albaricoque no tolera formas de cultivo demasiado rígidas y además sufre grandes cortes por los que tiende a producir ‘gomos’. Así que hay que podar suavemente, equipándose con tijeras y cortaramas en lugar de sierras y podadores de cadena. Es fundamental realizar cortes limpios y precisos y luego utilizar herramientas de calidad con hojas bien afiladas, que no deshilachen la madera y que sean desinfectadas al desplazarse de un árbol al otro.

Para ayudar a la planta a cicatrizar los cortes en la madera y evitar infecciones fúngicas o bacterianas, se aconseja aplicar masilla (del tipo para los injertos) sobre las heridas y dejar un tocón en la rama del mismotamaño del diámetro del corte. Sobre todo lo mejor es intervenir entre septiembre y octubre, cuando finaliza la época vegetativa, hasta el momento en que caen las hojas.

 

LA PODA DEL ALBARICOQUERO: SECA DE INVIERNO Y VERDE DE VERANO

Es necesario modular las intervenciones durante el año, entre ‘poda en seco’ en invierno y ‘poda en verde’ en primavera y verano, para favorecer el desarrollo de las ramas fructíferas y mantener bajo control la copa vigorosa, que según al ángulo de inserción de las ramas determina la postura de la planta: assurgente, intermedia y expandida.

En general, si el crecimiento es vigoroso, la planta se trata con más ligereza. Por el contrario, si el crecimiento es débil y hay brotes en flor, la poda es más efectiva. La intervención principal podría realizarse desde finales de enero y hasta la reanudación vegetativa, pero por las razones ya explicadas, es preferible posponer al menos los cortes más grandes hasta el final de la cosecha.

En los meses cálidos se realiza la poda en verde en tres momentos diferentes: entre abril y mayo, junto con el aclareo de los frutos, entre julio y agosto, después de la cosecha, y entre septiembre y octubre. Estas intervenciones consisten en desmochar y aclarear las ramas ventrales y dan el beneficio de controlar la iluminación, el vigor y el tamaño de la planta. Además estimulan el aumento del número de ramas tempranas y la diferenciación floral de los cogollos.

 

PODA DEL ALBARICOQUERO: LOS TIPOS DE CULTIVO

Las intervenciones de poda también difieren según el tipo de cultivo. Las huertas de albaricoqueros en zonas de loma y piedemonte, para permitir la recolección enteramente del suelo, tienen generalmente una forma de cultivo tardío en vaso, que favorece más el crecimiento de la planta, con las variantes de vaso regular con tres ramas y semi-libre con 4 -5 ramas.

En cambio, en los llanos, donde es posible utilizar el carro cosechador, es más frecuente la forma de pared conocida como palmeta, que requiere una estructura de soporte con postes y alambres, pero la ‘pared’ permite proteger mejor las plantas de las heladas primaverales.

 

PODA DEL ALBARICOQUERO: LOS CORTES EN FUNCIÓN DE LA EDAD DE LA PLANTA

Como en otros frutales, la poda debe modularse en función de la edad de la planta, con intervenciones diversificadas cuando es joven (hasta los tres años) con una poda de formación y una poda de producción, cuando es adulta (a partir de los cuatro años de edad). Vamos a ver las intervenciones recomendadas durante el crecimiento del albaricoque con algunas diferencias en las dos formas de cultivo con vaso retardado y palmeta.

En la poda en verde se identifican los mejores brotes para formar las ramas de la estructura, quitando o acortando las demás. En los dos primeros años se actúa únicamente para eliminar los brotes vigorosos y competidores con el eje principal, abriendo los ángulos de inserción de las ramas principales en el vaso retardado y favoreciendo la extensión de las ramas de los dos estadios principales en la palmeta

Cuando la planta está en su tercer año, en maceta retardada, en invierno se detiene el eje central con un recorte para favorecer el crecimiento del follaje en volumen, mientras que a finales de verano se elimina definitivamente el eje central desviándolo a un rama lateral. En el sistema de palmetas, en el invierno del segundo y tercer año, se ladean o amarran algunas ramas vigorosas para llevarlas a la producción.

La poda de producción comienza en el cuarto año. En la maceta atrasada se realizan acortamiento y cortes traseros sobre madera vieja, eliminando el exceso de ramas. En la palmeta, una vez completada también la tercera etapa, se realizan podas de invierno para favorecer la alternancia de ramas largas (60-80 cm) y cortas (20-30 cm) en cada rama principal, garantizando así un buen desarrollo vegetativo-productivo.

 

PODA DE ALBARICOQUE: CORTES DE RAMAS INDIVIDUALES

Los retoños se quitan en primavera con un corte en la base. Incluso los brotes reciben un buen corte en la base, en particular los que se insertan en la parte ventral de las ramas, tanto en la poda seca como en verde. La excepción en el albaricoque adulto es cuando se utiliza un brote para la renovación de ramas agotadas o dañadas.

En las ramas vegetativas, con yemas predominantemente leñosas, la poda es útil para revigorizar una rama o cubrir con vegetación zonas desnudas, pero no se deben podar con cortes posteriores para evitar un crecimiento vegetativo excesivo.

Las ramas mixtas, medianamente productivas, dan yemas tanto vegetativas como florales (en la parte final), no se podan en invierno y en la poda en verde se aclarean los sobrantes o se podan para favorecer la emisión de ramas tempranas. En los cultivares de porte ascendente, se suele realizar el ‘doblado’ de las ramas mixtas para facilitar la formación de los brindilli y dardos florales en la parte basal de las ramas productivas.

En las ramas tempranas, formadas sobre brotes con fuerte crecimiento a partir de un meristema axilar que no evoluciona a yema, las de la parte flexible se eliminan durante el aclareo de frutos para reducir los daños por frotamiento. Las ramas cortas de brindilli, si son solo vegetativas, generalmente no se eliminan, ya que tienden a volverse reproductivas con los años o para renovar la parte de la copa debilitada por fuertes cortes de manteca. Si por el contrario los brindilli son mixtos, con botones florales laterales, se retiran en invierno si hay exceso. Incluso en los dardos, ramitas de hasta 10 cm de largo en ramas de dos o más años, aunque sólo sean vegetativas, generalmente no se realizan intervenciones a la espera de que se vuelvan productivas. Por otro lado, el dardo de floración, muy productivo, se aclarea a finales de invierno, mientras que a finales de verano se acortan las ramas sobre las que se insertan, con el corte posterior, para estimular su renovación. .

PODA DE ALBARICOQUE: HERRAMIENTAS CAMPAGNOLA

El catálogo de Campagnola contiene todas las herramientas necesarias para realizar una buena poda: manuales, eléctricas y neumáticas en las tres líneas PROFESSIONAL, GREEN y SMART para un uso más o menos exigente.

Si se realiza una poda manual, se recomienda la tijera modelo S2 de doble corte y el cortaramas S21 de corte curvo de guillotina. Si por el contrario se realiza una poda facilitada, los productos a batería incluyen las tijeras Stark M y SL32 y el podador de cadena T-Rex. Finalmente, entre los productos de aire comprimido, destacamos la tijera de doble corte Super Star y los cortaramas Star 50 y F/6 U.

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