Las intervenciones de poda del olivo son fundamentales para orientar la planta hacia objetivos productivos específicos, maximizando su rendimiento y resistencia a patógenos y estrés climático. Además, sirven para mejorar la calidad de la drupa, su calibre y sus propiedades organolépticas, ayudando a crear olivares limpios y estéticamente agradables.
Independientemente del tamaño del terreno y de los objetivos finales de su actividad, los oleicultores deben identificar los esquemas y técnicas de poda más adecuados para conseguir los resultados deseados, así como las herramientas que hagan eficiente la explotación del olivar.
Desde décadas las soluciones de poda Campagnola ofrecen su contribución al rendimiento de quienes trabajan cada día para mantener alta la calidad de las aceitunas y de los productos que de ellas se obtienen. Vamos a profundizar en el tema y a descubrir cuáles son las indicaciones más importantes a seguir para esta fase crucial de la gestión de un olivar.
Esquema de poda de olivo
El primer paso a dar para realizar una poda eficaz del olivo es establecer una secuencia de operaciones que ayuden a obtener la máxima productividad para la planta y beneficios concretos para su salud. Desde esta perspectiva, se pueden efectuar diferentes tipos de podas a lo largo de los años.
- Poda de formación, necesaria en plantas más jóvenes, porque ayuda a dar forma al follaje y a proporcionarle una estructura equilibrada, lo que facilita la fructificación y la posterior cosecha.
- Poda de producción, para maximizar el rendimiento productivo, eliminando el exceso de ramas y favoreciendo la radiación y ventilación del follaje.
- Poda de conservación, realizada en árboles maduros, que mantiene la forma de la planta, elimina ramas secas, dañadas o enfermas y favorece la penetración de luz y aire en el follaje.
- Poda de rejuvenecimiento, especialmente enérgica y destinada a revitalizar olivos más viejos e improductivos, estimulando la producción de nuevos brotes.
¿Qué herramientas son necesarias para podar el olivo? Las propuestas de Campagnola
La elección de las mejores herramientas para la poda se centra en identificar herramientas que garanticen potencia, cortes precisos y respeto por la planta, garantizando al operario fiabilidad, seguridad, comodidad y reducción de la fatiga.
¿Cuáles son los elementos esenciales para esta operación?
- Tijeras de podar, perfectas para ramas hasta 40 mm de diámetro. En la gama de herramientas Campagnola existen tanto versiones manuales como alimentadas por baterías de iones de litio enchufables (por ejemplo STARK XM y STARK XL, compatibles con alargadoras telescópicas), o por potentes compresores y motocompresores (como VICTORY o STAR 40 CON ADAPTADOR, conectables a alargadoras fijas o telescópicas).
- Los podadores de cadena se encuentran entre las herramientas imprescindibles para podar las ramas más vigorosas del olivo y se ofrecen en versiones eléctricas (como KRONOS 58), neumáticas (como LASER y LINX) o equipadas con batería enchufable intercambiable (como T -FOX y T-REX, también conectables a alargadora).
- Cortarramas, en versión manual (modelos S20 o S21) o neumática (STAR 50 y F/6 U).
- Sierras manuales, disponibles en los modelos S15, S25 y S30.
Poda de olivo: la mejor época
Existen principalmente dos periodos dedicados a la poda del olivo: uno en invierno y otro en verano. La poda de invierno o en seco se realiza de octubre a marzo, después de la cosecha de la aceituna y cuando la planta se encuentra en su fase de reposo vegetativo. Tiene numerosos fines, como eliminar ramas secas, enfermas o improductivas, mejorar la estructura del follaje y la penetración de aire y luz en su interior, controlar el tamaño del olivo y favorecer la futura productividad.
En cambio, la poda de verano o verde del olivo se realiza durante el periodo vegetativo y productivo de la planta, para aligerar el follaje eliminando el exceso de ramas y chupones. Este tipo de poda también tiene efectos directos sobre la salud de la planta, así como sobre la calidad y cantidad del fruto.
Técnicas de poda del olivo
Una de las principales decisiones que deben tomar los olivareros es relativa a la forma de cultivo que desean dar a las plantas. ¿De qué depende esta decisión? Por ejemplo, del tipo de planta, de las condiciones del suelo, del clima de la zona geográfica en la que se ubicará el olivar, de los objetivos de rendimiento y estéticos que se quieren conseguir, de los equipos y de la maquinaria a utilizar en el manejo del suelo.
Una distinción importante es la que existe entre la poda de un olivar tradicional y la poda de uno superintensivo o de uno intensivo. Además del rendimieto productivo de las plantas, lo que cambia en los tres casos también es las técnica de intervención.
¿Cuáles son las principales formas de cultivo del olivo?
Entre las más habituales se encuentra sin duda la poda del olivo en vaso policónico. En este caso, de un único tronco, con forma de cono, se ramifican de tres a seis ramas principales. La producción se concentra en la parte externa de la rama, facilitando las operaciones de cosecha y poda, mientras se favorece la ventilación e iluminación del follaje. Además, la poda del olivo en vaso policónico simplificado minimiza la estructura leñosa de la planta y acelera las operaciones de poda.
Las otras formas más comunes son el globo, el jarrón tupido, el monocono y el monocaule con corona libre.
La poda del olivo ornamental se utiliza cuando las plantas se utilizan para decorar espacios verdes exteriores, plantadas en macetas o en el jardín. Entre las técnicas más utilizadas para estas podas artísticas se encuentran:
- poda de forma de paraguas;
- poda de forma de pon pom;
- poda de forma de bola.
La poda de setos del olivo es menos tradicional, pero posible. Estas plantas, de hecho, pueden ser utilizadas para crear setos de varios metros, que crecen en altura y se espesan rápidamente, adaptándose a los diferentes suelos y climas.
Evitar los principales errores en la poda del olivo
Realizar intervenciones de poda profesionales significa saber evitar los errores más comunes en el manejo del olivar. ¿Cuales son? Por ejemplo, no prestar atención a la elección del período más adecuado para realizar esta delicada operación, arriesgándose a efectuarla demasiado pronto o demasiado tarde o en un momento en el que las condiciones climáticas podrían estresar demasiado la planta e impedir la correcta cicatrización de sus heridas.
Incluso aclarar excesivamente el follaje puede ser un gran riesgo, porque podría provocar un shock en la planta y comprometer su salud. La falta de estudio en profundidad de esquemas y técnicas de poda del olivar es otro error generalizado, que los olivareros más experimentados aprenden a evitar con el tiempo y la práctica en el campo.
Un error típico, especialmente peligroso para el rendimiento del olivar, es la elección de herramientas no profesionales, de escasa capacidad de corte o poco fiables. De hecho, realizar cortes imprecisos pone en gran riesgo la curación de la herida y la salud del árbol. Además, el uso de tijeras, podadores de cadena, sierras o cortarramas que no estén tecnológicamente suficientemente avanzados fatiga al operario, sometiéndolo a un gran esfuerzo físico, que puede comprometer su salud.
Por este motivo, el consejo es elegir únicamente herramientas, cuya calidad sea garantizada por la solidez y la historia de la empresa que las produce. En las líneas de productos Campagnola, por ejemplo, Ustedes encontrarán todo lo necesario para una poda eficaz y segura del olivo con excelentes resultados.
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