El 26 de noviembre es el Día Mundial del Olivo, proclamada por la UNESCO como ocasión para subrayar el preciado papel de esta planta en el contexto de la economía, la cultura y el desarrollo de los territorios.
La idea decelebrar el olivo y su importancia estratégica para el hombre y el medio ambiente nació en 2019, a propuesta de Líbano y Túnez, que presentaron al Comité Ejecutivo de la UNESCO la idea de poner en evidencia la importancia de este árbol de muy antuguas orígenes y los valores que representa. El olivo, de hecho, es un símbolo universalmente reconocido de paz, armonía, sostenibilidad y profundo vínculo con el territorio.
Esta petición de los países promotores encontró inmediatamente el pleno apoyo de la UNESCO, que instituyó el Día Mundial e invitó a los países miembros a dar importancia y visibilidad al evento. Hay muchas razones de carácter económico y social detrás de esta decisión. Vamos a descubrir los motivos principales.
El olivo y su importancia estratégica en la economía
El olivo tiene la capacidad de crecer en las latitudes más diversas del mundo.
Son muchas las comunidades rurales que obtienen su sustento del olivar gracias a la producción de aceite de oliva, aceitunas de mesa y productos derivados.
El cultivo del olivo se practica en casi 60 países de todo el planeta y se concentra especialmente en la cuenca mediterránea. Italia se encuentra entre los principales productores mundiales junto con España, Turquía, Túnez, Marruecos, Portugal, Eslovenia y Grecia.
Empresas enfocadas en el diseño de herramientas profesionales permiten a los olivareros maximizar sus resultados de cosecha, produciendo sistemas que preservan el bienestar de los operarios y la salud de la planta. Campagnola es una de ellas y desde hace décadas contribuye a la evolución positiva de la olivicultura, situando el terreno y las necesidades del usuario y de los olivos en el centro de toda su estrategia.
Aceitunas y aceite: fuente de salud para los hombres y el planeta
Además de su valor económico y cultural, los olivares también representan una barrera contra la desertificación y la erosión del suelo y contribuyen activamente a la lucha contra el calentamiento global. El olivo, de hecho, absorbe grandes cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera.
El papel del aceite de oliva en la nutrición también es imprescindible: las aceitunas de mesa y el aceite extra virgen se encuentran entre los protagonistas de la dieta mediterránea, como fuente de nutrientes esenciales para la salud. El sabor y el aroma de las aceitunas y del aceite entran en la cocina como elemento caracterizador de muchas recetas típicas y contribuyen a hacer de la cocina mediterránea, en especial de la cocina italiana, una inspiración a nivel mundial.
Las razones que convencieron a la UNESCO para crear el Día Mundial del Olivo son realmente muchas y se refieren al papel de esta planta desde diversos puntos de vista.
Poner el énfasis en la importancia de la olivicultura es una estrategia también para seguir atrayendo inversiones públicas y privadas. De hecho, esto hace que siempre se desarrollen nuevas políticas de inversión en la protección y promoción del olivo y de sus productos y motiva las empresas del sector a empeñarse en la búsqueda de soluciones tecnológicas siempre adecuadas a las varias necesidades de los olivareros.
Campagnola está al frente de esta misión, con todo el entusiasmo que la caracteriza.