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La poda de las vides en el primer año: la importancia para su rendimiento

La poda es la intervención fundamental para favorecer el correcto desarrollo de la vid desde sus primeros años. De hecho, es durante este periodo que se elige su estructura definitiva y la planta avanza progresivamente hacia el periodo de fructificación.

Pero ¿cuáles son las principales intervenciones de poda en el primer año y cuáles son sus objetivos? Vamos a descubrir en detalle cómo gestionar eficazmente los viñedos jóvenes, utilizando las técnicas y las herramientas más adecuadas para garantizar el mejor rendimiento.

 

Los objetivos de la poda de la vid en el primer año

Las primeras podas de la vid son fundamentales, ya que permiten poner las bases para un excelente desarrollo y fructificación y para la salud de las plantas. ¿Cuáles son los principales objetivos de la primera poda en el viñedo?

  • Dar forma definitiva a la vid .
  • Crear un equilibrio entre la actividad vegetativa y el futuro desarrollo y fructificación.
  • Favorecer inmediatamente la salud y longevidad del viñedo.
  • Promover la cantidad y calidad de la uva que se producirá, aportando alimento y luz a las ramas y a los racimos.
  • Mantener las ramas bien ventiladas e iluminadas, minimizando la aparición de enfermedades y la proliferación de patógenos.

Básicamente, la poda de la vid en el primer año se centra en definir la estructura de la planta e intenta influir positivamente en su entrada en producción, pero también pone las bases de las posteriores operaciones de  poda.

 

Los primeros años de desarrollo de la vid

Para identificar el mejor momento para plantar un viñedo, es importante evaluar muy bien las condiciones climáticas y el tipo de vid. Generalmente el momento ideal para la operación son los meses de otoño, en los que el suelo está suficientemente seco y no hay riesgo de heladas, que perjudicarían el crecimiento de las plantas.

Si el clima es templado, se puede pensar en posponer la instalación a principios del invierno, contando además con las lluvias estacionales para un correcto riego. Sin embargo, hoy en día, gracias a los sistemas de riego más sofisticados, no es raro que la siembra se realice más tarde, incluso a principios de primavera.

En cualquier caso, durante el primer año se deja que la vid crezca sin restricciones, para permitirle desarrollar raíces sólidas y acumular abundante savia en el interior de sus ramas. Cuando ésas alcanzan alrededor de medio metro de longitud, la única intervención que se realiza es su atado a los soportes adecuados. Esta operación las sostiene y evita que se rompan accidentalmente, manteniendo el viñedo ordenado y accesible a partir desus primeros meses de vida.

Un viñedo se define como «joven» normalmente en sus primeros 2 o 3 años de vida, pero a veces se considera como tal hasta los 5 o 6 años, ya que en el desarrollo fisiológico de la planta entran en juego diversos factores, como la zona climática o las características del terreno. Por ejemplo, en zonas con disponibilidad limitada de agua, el crecimiento y el principio de la fructificación de la vid pueden ser muy ralentizados.

 

La poda de la vid en el primer año: ¿cómo se efectúa?

La primera poda de la vid debe tener como objetivo la eliminación de los sarmientos, a excepción de un único espolón de 2 o 3 gemas como máximo. Es fundamental elegir el espolón más robusto, orientado hacia arriba y lo suficientemente resistente para garantizar una buena productividad de la planta.

Si la cepa ya ha alcanzado al menos un centímetro de diámetro, es posible dejar más de 3 yemas para empezar inmediatamente a crear el futuro sistema de cultivo elegido. La fase posterior a la poda debe ser la del atado, que fija el espolón a un soporte, para evitar que se rompa o se dañe por las condiciones atmosféricas.

El atado debe realizarse con hilos delicados o biofotodegradables fabricados con materiales respetuosos con la planta y el medio ambiente y nunca debe quedar demasiado apretado, para no asfixiar la madera, ni limitar el desarrollo de la vid.

A partir de las estaciones siguientes al primer ciclo de poda de la vid, las plantas entrarán en su ciclo fisiológico de producción concentradas de los meses de verano. La poda en seco tiene lugar en el período invernal.

 

La primera poda del invierno.

Una vez transcurrido el primer año de desarrollo, se pueden establecer intervenciones de poda cíclica de invierno, es decir, realizadas durante el reposo vegetativo. ¿Por qué es importante esperar esta época del año? Porque el momento en que las hojas caen de las ramas indica que la savia contenida en ellas se ha desplazado hacia el interior de la cepa, que está lista para la fase de reposo de la estación fría.

Esperar este período permite realizar podas sin riesgo de dañar las plantas, precaución indispensable sobre todo si se trata de vides especialmente jóvenes, con poca resistencia y un sistema radicular poco desarrollado.

 

Nuestras tijeras neumáticas para la poda de la viña en el primer año

A menudo, la elección de los operarios profesionales del sector es de tijeras neumáticas de podar, accionadas por el aire comprimido suministrado por motocompresores o compresores PTO.

Estas herramientas permiten realizar operaciones de poda intensivas de forma extremadamente eficaz y rápida, confiando tanto en la capacidad de corte de las tijeras como en su manejabilidad: las empuñaduras ergonómicas, el peso bajo y bien distribuido, así como la ausencia de vibraciones caracterizan, de hecho, todas las herramientas profesionales de Campagnola.

Nuestra gama de tijeras eléctricas para podar

Sin embargo, si hay que podar un viñedo de pequeñas dimensiones o realizar intervenciones con la máxima practicidad, Ustedes pueden contar con las tijeras eléctricas de podar de la GREEN Line, alimentadas por baterías enchufables de iones de litio.

Estas fuentes de energía garantizan una excelente autonomía de trabajo, lo que se suma a las ventajas de nuestras herramientas: su compacidad y su bajo peso se combinan con la ausencia de cables y una buena potencia de corte, para garantizar intervenciones precisas y la máxima libertad de movimiento en el campo.

Campagnola siempre se compromete a optimizar las prestaciones de toda su gama de productos, dedicando un intenso y constante trabajo de investigación y desarrollo a cada una de sus líneas.

Gracias a nuestras soluciones, será más fácil cuidar sus viñedos jóvenes y asegurarles una estructura perfecta y una fructificación abundante.

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